¡He vuelto!

Después de estar ausente en mi súper blog por casi 1 año, ha sido momento de regresar.

Muchas cosas han pasado a lo largo de este tiempo. La razón principal por la que estaba un poco ausente de escribir ha sido que por motivos de trabajo, el factor tiempo se interponía en mis escritos.

Tomar la decisión de emigrar nuevamente a un país dónde nunca lo vi con ojos de vivir en él (Estados Unidos), ya que prefería la idea de solo visitarlo por vacaciones.


Creo que es ahí dónde aplicas la frase “nunca digas nunca”. El mundo y los planetas se alinean para que todo se dé de cierta manera. Hoy en día me encuentro trabajando en una de las compañías más conocidas de líneas de cruceros, ejerciendo mi profesión en su máxima expresión: Tomando fotos.

En pocos meses cumpliré 1 año de haber tomado una de las decisiones más desafiantes de mi vida. Aplicar a un trabajo en dónde dejaría atrás mi vida cotidiana, mi familia, amigos y mis comodidades, estoy segura que no cualquiera está dispuesto a hacerlo.

(Pronto escribiré sobre la experiencia de vivir a bordo).


Es una vida que para nada se compara con lo cotidiano de vivir en tierra. Tienen sus altas como sus bajas. Aprendes a apreciar mucho más las pequeñas cosas y momentos de la vida. En fin, es un giro 360°.

De lo que si no me arrepiento es de haber tomado el riesgo, mudarme de país, aventurearme a trabajar a bordo. Sola, pero con mi familia siempre presente en mi corazón.

¡Esta es mi historia, no dejes que el miedo a los nuevos inicios te haga dudar de tu potencial y de lo lejos que la vida te puede hacer llegar!

¡Hasta el próximo post!

-Nataly:)

 

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